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Los míticos Sagarra
La robustez de los Sagarra tenía su base en el material anticorrosivo en el que se montaban las piezas de los carretes, y sobre todo en un potente y sencillo engranaje que no cambió básicamente en su diseño a lo largo de los casi 50 años.
Carretes a toda prueba
La robustez de los Sagarra tenía su base en el material anticorrosivo en el que se montaban las piezas de los carretes, y sobre todo en un potente y sencillo engranaje que no cambió básicamente en su diseño a lo largo de los casi 50 años en los que se fabricaron. Te contamos los secretos de la marca, y cómo el dueño probaba los carretes “Tarzán” en Mauritania con corvinas de En el anterior número de Federpesca Mar os contamos cronológicamente el sueño y la gesta de Isidro Llorens Sagarra, fundador de la fábrica de carretes Sagarra. Un hombre hecho a sí mismo, cuya afición a la caña le animó en la mitad de la década de los cuarenta a diseñar y montar una pequeña tirada de 10 carretes. Un trabajo artesanal que se gestó en los ratos libres tras acabar su jornada en un reducido rincón de una pequeña factoría de zapatos en Sitges, donde trabajaba como tornero. Esta idea inicial fue creciendo en volumen, pasando de esta decena de carretes artesanales, a consolidar paulatinamente una industria multinacional que llegó a fabricar más de 2.500 unidades a la semana en la década de los 80. DEL CIERRE AL MITO Con el tiempo, lo que era un útil de pesca, se ha convertido en un objeto de culto, admiración, y una pieza de museo personal de los miles de pescadores que conservan con mimo estos irrepetibles carretes. Una joya que es deseada por los coleccionistas, que ven en ellos además de una pieza histórica, un armazón artesano de inigualable calidad. En esta segunda entrega analizaremos los motivos técnicos y características de fabricación que convertían a estos recoge sedales en producto irrepetibles. Sus propiedades hacen que el carrete Sagarra siga presente con nostalgia en la memoria de muchos pescadores por su casi indestructibilidad, durabilidad y facilidad de reparación. UNA POTENTÍSIMA MANIVELA La característica principal en muchos de ellos es que dicho mecanismo recupera 3,25 vueltas en relación de engranaje. Dicho de otro modo más sencillo; por cada vuelta de manivela, el tambor se mueve 3 vueltas y cuarto. Teniendo la mayoría de los modelos de la marca este mismo movimiento, la mayor o menor recuperación la imprimirá el diferente grosor del tambor superior. Por ejemplo, un modelo antiguo de 1951 recuperaría unos Es algo que se puede comprobar en el folleto retrospectivo que nos suministra el último dueño de la fábrica, Manel Llorens, de 68 años, que nos narra la historia y características de estos carretes. UN LAVADO DE CARA MODELOS DE BOBINA CON MEDIA AGUJA "PICK UP" ¿Para qué iban a cambiar drásticamente el armazón del engranaje si estaba hecho a toda prueba? Manel Llorens nos confirma cómo su padre ya pescaba corvinas y lubinas de 8 y SIGUE EL TEXTO EN LA REVISTA
Fotos: Archivo familia Llorens Sagarra y autor
La invasión de carretes asiáticos en nuestro mercado nacional en las décadas de los 80 y 90, más económicos en las tiendas y que ofrecían una envenenada imagen de modernidad, llevaron a la insigne marca catalana a sucesivas crisis, hasta que dejaron de fabricarse definitivamente en 1995. El cierre de la fábrica priva desde entonces a los aficionados a la pesca de un carrete mítico de probada robustez y eficacia, auténticas piezas de artesanía que superaban ampliamente en calidad de fabricación, y posibilidades de reparación a los frágiles productos procedentes del lejano oriente.
Básicamente el mecanismo interior del engranaje de todos los modelos Sagarra, desde el primero -de mitad de la década de los 40- hasta los últimos -de 1995-, se basaba en similares encajes de piezas de alta calidad y resistencia.
Como ya contamos en el anterior número, en la última etapa de la fábrica, entre mediados de los 80 y principios de los 90 del siglo pasado, se buscó en un lavado de imagen más moderno un atractivo visual que incrementase las ventas. A pesar de este ligero cambio de línea de diseño de los carretes, básicamente en su interior eran iguales a los más antiguos remodelados con otro envoltorio más atractivo. Se buscaron en los detalles de color una renovación únicamente estética, ya que en realidad el engranaje y la mecánica de sus rodamientos estaban basados en los modelos anteriores.
Algunos de los carretes más antiguos, como el modelo 51, destacaban porque el aro del “pick up” era semiabierto, en forma de aguja, que a primera vista daba la impresión de estar partido. El mecanismo interior o engranajes de estos modelos de asa descubierta son más sencillos, y ofrecen menos averías, ya que lo forma un sistema con menos muelles. Palancas y otras piezas forman un encaje con más sencillez y menos vulnerabilidad.
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