Peces gigantes a surfcasting
El sueño de todo pescador de playa es rebobinar una gran pieza, aunque sea únicamente una vez en la vida.
De pesca con Raúl, el rey gaditano del surf
Texto: José Luis Lago García
Fotos: Raúl Mario Pérez Luna y Humberto Gacio
Aunque el mar da la sensación que cada día ofrece menos alegrías, en Cádiz aún es posible recoger al surfcasting enormes doradas, pargos, dentones o hurtas de entre tres y siete kilogramos. Un especialista en capturas de peces adultos, el gaditano Raúl Mario Pérez Luna, nos da las pistas para conseguir una quimera increíble.
El primer consejo que da nuestro experto para el que quiera llevarse un ejemplar adulto es que cambie la mentalidad al acudir a la playa: olvidarse por completo de la ilusión habitual de pescar mucho y llegar a casa con el cubo lleno. Esencialmente, variar el “chip” con el objetivo de cobrar pocas piezas, pero enormes. ¿Secretos principales? Técnicas concretas, playas específicas en Cádiz, conocimiento de variables del mar y uso de cebos específicos, serán las claves del intento. Condicionantes que explicaremos en detalle en la trilogía de reportajes que empieza en este artículo. Pero sobre todo requiere paciencia, constancia y pagar el precio de tener que volver de vacío muchos días. No obstante, cuando llega el gran día que la caña dobla con fuerza, las capturas pueden ser muy, pero que muy gratificantes. Y sobre todo, proporcionar la sensación única para el pescador de poder disfrutar de un combate deportivo contra un noble animal adulto, al que se ha conseguido engañar, pese a su enorme desconfianza e inteligencia.
Con
Teniendo en cuenta el objetivo de buscar los peces más voluminosos, únicamente emplea para su propósito técnicas y cebos que puedan atraer a los más colosos. Se requerirán artes concretas como anzuelos más grandes, cañas y carretes de primera calidad para lance pesado o hilos muy finos que posibiliten ubicar el plomo a larga distancia, más allá de las olas. O sea, uso de nailon tan delgado como resistente, capaz de aguantar el embiste de estos poderosos para unificar estas dos variables a priori tan opuestas. Pero ante todo, gran parte del éxito radicará en el tipo de carnada usada para tentar a estos resabiados ejemplares y despertar su voraz apetito. Requerirá el uso de cebos concretos para los crecidos glotones como los “pepinos de mar”, la sepia o el socorrido cangrejo. “Cuando se dobla la caña, es difícil que con las técnicas que utilizo no traiga una dorada más grande de dos kilos y medio...”, comenta sobre esta especialidad.
A POR EL MÁS GRANDE
“Aunque el día fuera muy favorable para coger muchas capturas de pescados pequeños, prefiero ir a casa de vacío con la satisfacción de haber destinado mis energías y pesca a la posibilidad de haber llevado una gran dorada de trofeo”, recomienda Raúl a cualquiera que tenga la idea de probar suerte en su especialidad.
(Más información en la revista)
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