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sábado, 16 de enero de 2010

Pesca doradas gigantes en Cádiz (2ª parte) Nº 74 mayo 2008




Peces gigantes a surfcasting
En el pasado número de FEDERPESCA MAR os contamos la historia de un especialista gaditano del surfcasting que únicamente se dedica a la captura de grandes peces como doradas, pargos, dentones o hurtas de entre 2 y casi 8 kilos.

Texto: José Luis Lago García
Fotos: Raúl Mario Pérez Luna y Humberto Gacio


Siendo necesaria constancia en la playa para coger el pez soñado, en este nuevo capítulo Raúl Mario Pérez Luna nos enseñará las playas ideales, los factores ambientales favorables y unos cuántos detalles más, por si alguien se anima a bajar al sur con sus mismas intenciones.
La primera interpretación para saber cómo se plantea la temporada de pesca de las grandes piezas consistiría -según este experimentado pescador- en llegar a la playa para analizar previamente el escenario antes de clavar la caña. ¿Cuál será el primer dato a tener en cuenta en las playas del sur, en concreto en las de Cádiz? Habrá que pasear por la ribera con la marea baja después de los temporales de febrero-marzo, y observar si las corrientes han traído a la orilla restos de conchas o “huesos” de sepias, alimentos irresistibles para los grandes peces. Los esqueletos de estos animales pueden indicar que su carne fue devorada previamente por las fuertes mandíbulas, repletas de temibles molares, que poseen los espáridos adultos.
Otra consideración a tener en cuenta: Raúl inspecciona la playa con la marea baja para ver si en las pozas y charcas que quedan al descubierto con la retirada del mar, hay abundancia de comida para los grandes, como cangrejillos, ermitaños, gusanos…

DESVELAMOS ALGUNAS CLAVES

Cuando la marea alta cubra estas áreas secas que podemos visualizar en la bajamar, los grandes acudirán a estas zonas a realizar su particular festín, y allí debería estar colocado nuestro cebo para atraparlos. También observaremos la presencia de los propios excrementos de las doradas, otro barómetro fundamental que señala que por allí ya deambularon, y que posiblemente indica que volverán cuando la marea suba. Las defecaciones son fácilmente detectables. Las heces son blancas y con forma de gusano blanco, deposiciones que suelen realizarse entre las piedras que quedan a la vista.
Más claves: la abundancia de pulpos en las aguas de Cádiz es otra nueva buena señal, ya que el cefalópodo constituye otro manjar o atrayente para nuestros fortachones. Si hay un buen año de pulpos, en cuyo desove nacen a su vez pulpitos, se producirá una inigualable llamada para estos voluminosos depredadores. “Es seguro, y mi experiencia lo demuestra, cómo en años con escasez de pulpos o sepias las buenas capturas de los grandes peces son menores. La playa está vacía de comida, todo es como una cadena en la que si algo no funciona, falla todo”, nos comenta con rotundidad.
En febrero empiezan a llegar los pulpos por Cádiz, mientras que las sepias hacen acto de presencia generalmente en marzo.

(Más información en la revista)

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