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sábado, 16 de enero de 2010

Destino de pesca: Calafell (Tarragona) 1ª Parte. Nº 62 mayo 2008





Surfcasting en la costa tarraconense de Calafell
Por el camino entre la ciudad de Barcelona y el parque de atracciones de Port Aventura, podemos aprovechar nuestro viaje por Cataluña para llevar nuestras cañas y tentar las herreras, doradas, sargos o lubinas que algunas playas ofrecen.

Fotos: José Luis Lago García

El laureado club de pesca “La Sirena” de Calafell, con varios campeones en su palmarés, nos asesora sobre la pesca al surfcasting en su turística villa costera.

La ribera tarraconense de la Costa Dorada es buen destino para el lanzado de nuestras largas cañas en la modalidad de surfcasting. Muchos de los pueblos de esta zona ocultan un pasado de puertos pescadores y barcas de madera, tapado desgraciadamente en la actualidad por las innumerables urbanizaciones, puertos deportivos y hoteles turísticos que a golpe de ladrillo ya han ocultado antiguos parajes naturales rodeados por largas playas. Un expolio a la naturaleza no exclusivo de este lugar, sino habitual en los pueblos del Mediterráneo español.

Durante el verano, en estas poblaciones costeras catalanas se crea un frenesí de visitantes que parece asustar a los peces. Es con el buen tiempo más aconsejable la pesca nocturna, tanto para evitar a los turistas, como el encuentro con el pescado más travieso y propenso a la picada que escoge la oscuridad para incrementar su actividad. Para asesorarnos sobre este litoral, contamos con buenos expertos locales, los miembros del Club de competición “Nou Cast-La Sirena” de Calafell, que nos cuentan como éste es uno de los lugares privilegiados de pesca en la frontera que supone el norte de la provincia de Tarragona con el sur de la de Barcelona.

Teniendo la suerte de contar con los consejos de asiduos pescadores, nos comentan -abalados por su experiencia en la zona- que no hay una regularidad anual de presencia de pescado, cada año puede ser más o menos fructífero que el anterior. El balance propio con las picadas anuales hace que para los miembros de este club no se pueda determinar que cada nuevo año haya un descenso de la cantidad de pescado, a pesar de la importante esquilma de los arrastreros de la zona, simplemente que hay unas diferencias entre un año a otro.

Los cambios climáticos que estamos viviendo en estos últimos años afectan -según estos pescadores deportivos- a las características pesqueras de la zona. Hace más calor que antaño en los meses tradicionalmente fríos, o sea los anteriores y posteriores a febrero.

(Más información en la revista)

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