Pesca con pez vivo
Tirolina directa hacia la
lubina
El uso de pez vivo como reclamo es una técnica tan
antigua como efectiva. Hoy en día con el auge de los artificiales, o los cebos
envasados, el pescador se ha vuelto un poco perezoso en una modalidad que
requiere doble dedicación: en primer lugar pescar el vivo, y posteriormente salir
de nuevo en una segunda batida a por el depredador. Os explicamos
detalladamente la técnica de la
“tirolina” o “ascensor”, con la que podréis pescar desde espigones, puertos,
roquedos o incluso al surfcasting, haciendo nadar al vivo suavemente por la
línea madre como guía para reclamar el
ataque de los más gigantescos depredadores.
Autor y fotografías: José Luis Lago García
Hay tres leyes esenciales en la pesca. Primera: “pez grande come a pez chico”.
Segundo consejo: “utilizar siempre que sea posible el mismo cebo de la zona”. Y
tercera norma infalible: “cuanto más
fresca sea la carnada, más atraerá el voraz apetito del depredador”. La
combinación de este triunvirato se plasma sin lugar a dudas en la pesca con pez
vivo, una de las técnicas más antiguas en la pesca que pescadores profesionales
y patrones de barca deportiva emplean en algunas zonas gracias a su contrastada
eficacia.
No obstante la técnica del vivo tiene también varias características
que desalientan a muchos pescadores deportivos de orilla. La primera es la
dificultad -cuando no la pereza- de conseguir o pescar primero las piezas vivas
para después emplearlas en la segunda fase en busca de depredadores.
También a
priori parece complicada la conservación de estos peces vivos en óptimas condiciones,
pues sin duda es más cómodo, rápido y sencillo utilizar otro tipo de atractivos
para el gancho como los arenícolas “prefabricados y envasados” que se pueden fácilmente
conseguir en las tiendas de pesca. El lanzador también puede evitar muchos
esfuerzos y contratiempos mediante el uso de otras carnazas que atraigan el
apetito de depredadores adquiriéndolas en pescadería como sardinas, caballas,
sepia, pulpo, calamar…que se pueden tener a mano en la nevera.
Sumando a estas causas, el gran auge de los últimos años del
spinning con sus artificiales han apartado al uso del vivo, ya que algunas
imitaciones simulan perfectamente a los movimientos que realizan los pescados
reales consiguiendo con estos señuelos un método rápido, limpio y también
eficaz, con el que se consigue también se alcanza el éxito en esporádicas capturas
de trofeos de infarto.
Otra circunstancia que puede tirar atrás a muchos pescadores
para no utilizar este método es que evidentemente se hace padecer a un animal
vivo, lo que acentúa la sensibilidad o rechazo a una técnica que no se puede
negar: no está hecha para corazones sensibles.
Se añaden a estos pequeños atrancos que la legislación no
está siempre a favor de esta técnica, como explicamos en su apartado concreto.
Y sin duda, cuando no la causa principal para desestimar su uso, es que no hay
que olvidar el gran tiempo y dedicación que requieren las dos fases: la primera
para conseguir los vivos, a la que se suma la segunda tanda al realizar la
pesca de los depredadores, por lo que se duplica la dedicación necesaria.
Mayores
posibilidades de éxito
SIGUE EL ARTÍCULO COMPLETO EN LA REVISTA PESCAMAR Nº 123
Aquí la foto de un buen amigo mío en acción que prefiere permanecer en el anonimato ¡¡Un saludo!!
El reportaje me animó a realizar este dibujo en el que explico esta técnica y que me sirvió para revivir mi afición al dibujo de cómics en mi infancia.
buen reportaje, como siempre, sl2 JL
ResponderEliminarGracias VItu, a ver si lo probamos un día por tu Barbanza y nos dejamos de artificiales y seguro qeu capturas la lubina de tu vida ajjajajjaj
ResponderEliminarUn abrazo y gracias JL